¡Ajedrez a partir de los 3 años de edad!

En esta introducción, quisiera compartir las ventajas que veo en el aprendizaje del ajedrez en los niñ@s en general (y, porque no, en los adultos también). Vamos por parte, en cada entrega empezaremos nombrando algunas características que posee el aprender ajedrez, siguiendo los lineamientos de José María Olías, economista y ajedrecista (autor del libro "desarrollar la inteligencia a través del ajedrez"), junto con mi experiencia , de más de 10 años como tutor de ajedrez. Luego, pondremos manos a la obra, compartiendo una breve clase para que, sin la necesidad de que usted sepa jugar, pueda enseñar a un niñ@.

Recomendaciones
Es interesante y tal vez más ventajoso enseñar por parejas o incluso, de 3 niños a la vez. Para ejercicios de resolver problemas, se les pregunta alternadamente, valorando la mayor cantidad de respuestas correctas pero siempre destacando que los errores nos sirven para aprender y no debemos ocultar una idea detrás de un "no sé" por miedo a equivocarnos. Para ejercicios de prácticas, se deben ir rotando los colores y los rivales en el caso de estar con más de dos niñ@s. Es importante tener paciencia, ya que al enseñar ajedrez estamos enseñando a pensar o más bien, una forma de pensar. Es preferible 7 sesiones semanales, de 10 minutos que una de veinte, ya que es usual que los niñ@s presten atención por cortos periodos de tiempo. Bueno, si pensamos también en el padre o madre, no siempre se tiene tanto tiempo si se trabaja y se llega tarde a casa, así que también estas actividades tienen en cuenta eso.

a) Atención y concentración:

Son las capacidades que más rápidamente se desarrollan mediante la práctica del ajedrez. Existe un ejemplo acerca de un niño de 7 años que tras un año de estudio pasó del último, al primer lugar de su curso; lo más típicos y llamativos, son los casos de niños hiperactivos que luego de un año de práctica de ajedrez, son capaces de estar sentados ante el tablero más de media hora, sin levantarse para nada ni prestar atención a otra cosa.

a) Análisis y síntesis:

El ajedrecista se encuentra en cada jugada con la necesidad de contestar a la jugada del adversario (amenaza o no) y de amenazar a la vez. (con amenaza nos referimos a una idea a punto de ejecutarse, no a una agresión, por si acaso). Son varias las respuestas posibles a la jugada anterior y varias las posibles amenazas propias. El jugador debe analizar cada una de ellas y sintetizar cuál es la que mejor cumple todos los requisitos... y esto se repite durante toda la partida, que pueden ser 3 jugadas, como 40. Es típico encontrar niños de 5 años que después de una práctica de dos años son capaces de realizar combinaciones de 3 jugadas (esto quiere decir, adelantarse tres jugadas "en el futuro" y prever las respuestas del rival a cada una de esas jugadas).

¡Manos a la obra!

A) El tablero

Para los padres: El ajedrez se juega con un tablero que tiene 64 casillas (o escaques... los cuadraditos) en 8 filas de 8 casillas cada una, alternando los colores blanco y negro. El tablero, el campo de batalla del deporte ciencia, se coloca de tal forma que sea blanca la casilla que queda en primera fila, a la derecha del jugador


Para los niñ@s: Para que el niñ@ se fije y no se olvide se le hace poner su mano derecha sobre dicha casilla (¡creánme, si no sabe cuál es la derecha o la izquierda, con este tipo de ejercicios lo aprenderá!)



y se le pregunta de qué color es la casilla. Si el color es negro está mal colocado el tablero; si el color es blanco está bien colocado. Se recomiendo hacer este ejercicio cada vez que se use el tablero para jugar o enseñar una lección.


Para los padres: Es usual encontrar tableros que tienen impresos tanto letras que van de izquierda a derecha (de la "a" hasta la "h"), como números (del "1" al "8").  Empezando la numeración por el jugador que lleva las piezas blancas, tal como se ve en el diagrama.

Un ejemplo: en el siguiente diagrama, vemos que el Rey blanco está en la casilla "g1"; el Rey negro en la casilla "g8"; la dama blanca en la casilla "b1"; la negra en "c7"; el caballo blanco en "c3", etc.

De esta forma iremos marcando, en los casos necesarios, las posiciones de las piezas y susu movimientos, aunque con varios diagramas para guiarnos.

B) Las piezas

Para los padres: El ajedrez se juega con 32 piezas, divididas en dos bandos de 16 piezas cada uno. Cada bando tiene 1 Rey, 1 Dama, 2 Torres, 2 Alfiles, 2 Caballos y 8 peones que, para empezar el juego se colocan como aparecen el diagrama siguiente. Algo muy importante para recordar, es que las Damas van en su color, es decir, la Dama blanca, en casilla blanca ("d1") y la Dama negra, en la negra ("d8").


Para los niñ@s: Explicarle el nombre de cada pieza y hacérselo repetir. Preguntarle el nombre de cada pieza de forma aleatoria (al azar) hasta que las reconozca perfectamente. Otro ejercicio es explicarle la colocación de las piezas desde las Torres, que van en las esquinas. A continuación se ponen los caballos. Al lado de los caballos va un Alfil y quedan dos casillas vacías: una blanca y una negra. Entonces se toma la Dama del bando que se está colocando, por ejemplo, las negras, y se le pregunta al niñ@ de qué color es. Al contestar "negra", reforzaremos su acierto, felicitándole y luego le diremos "aquí hay dos casillas vacías, una blanca y una negra ¿En cuál colocaremos la dama negra? Para que el niño se vaya fijando que va a la casilla de su propio color. Este ejercicio debe hacerse completo cada vez que se use el tablero para jugar o una clase, aún cuando después se quiten las piezas. Se trata de crear pequeños estímulos positivos y que lo aprenda por repetición y sin esfuerzo. Recuerde las felicitaciones.

En la siguiente entrega, hablaremos sobre el movimiento de las piezas. ¡Nos vemos!


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